Incentivos y motivación: De la escuela al mundo profesional
Empezamos por la escuela: ¿Cómo motivar a tu hijo para afrontar un futuro profesional con éxito en un entorno tan cambiante?
“Me duele la barriga”, “Quiero seguir durmiendo”, “No quiero ir al colegio”, … A los que tengáis hijos os sonará esa música por las mañanas… Pero seguro que jamás habréis oído algo así el día que tenías planeado ir al parque de atracciones con vuestros hijos (o cualquier otro lugar similar). Hoy hablaré sobre motivación, incentivos y esfuerzo. Y empezaré por el inicio, como incentivamos a niños y adolescentes.
Visto el resumen rápido, entramos en materia.
Cómo decía, la motivación es clave para afrontar algo tan duro como la escuela. Aprender requiere de un esfuerzo importante y ese esfuerzo raramente está premiado, es nuestra obligación, “nuestro trabajo como niños” decimos los mayores... Pero a nadie le gustan los trabajos forzados. Por lo que sin motivación, no hay aprendizaje, un esfuerzo sin un fin claro, requiere de voluntad y eso cuesta mucha energía (pero mucha…). Como padres se nos presenta una dicotomía: Premiamos o castigamos para que nuestros hijos aprendan. ¿Qué es lo más efectivo?
Quizás ninguna de las dos, y simplemente hemos de ayudarles a conseguir encontrar aquello que realmente les motive en la escuela y seguramente, ese sea el mayor incentivo que podamos conseguir. Como en la vida, en muchas (sino demasiadas) ocasiones toca hacer cosas que no gustan, pero normalmente es un peaje necesario para disfrutar verdaderamente de las cosas que nos apasionan. Como buen consultor (que no soy y no se moja) diré: Depende. Depende del niño, depende de los intereses innatos, de la facilidad, de la capacidad y del tarannà (forma de hacer) cada familia. No creo que existan recetas mágicas, cada niño es diferente por lo que tocará trabajar en el prueba y error.
Lo que sí sé es que la escuela está cambiando (no sé si para bien o para mal) en comparación con mi época (de que tampoco hace tanto tiempo…). La escuela está evolucionando. Encontramos lugares en los que no se trata a los niños como si estuvieran en una churrera, en la que todos debíamos salir exactamente igual. El 10 marcaba el modelo, y cada décima por debajo significaba un gradiente de deformación hasta llegar al mínimo de calidad para poder continuar adelante en el proceso de pasar de curso (el soñado 5). Cualquier cosa por debajo, te convertía en una deformación inútil, que debía quedar fuera del mercado como una merma más, difícilmente salvable con un futuro de desgracia y rozando el desprecio social, sin importar cualquier otra cualidad que pudiera tener la persona. El FRACASADO. No me quiero imaginar el daño que debe haber hecho a tanta y tanta gente durante tantos años…
Para los que no tengáis niños cerca, se ha puesto de moda la escuela por proyectos. Aprender haciendo proyectos (El learning-by-doing 4 children), preguntas investigables, y dejando que el niño aprenda cuando tenga la necesidad de adquirir un cierto conocimiento.
“La vida le empujará a querer aprender”
Como padre, frente un modelo tan innovador y diferente la sensación es de miedo a lo desconocido. La pregunta que te haces como padre es: “Si un niño no encuentra jamás la necesidad de aprender algo básico, ¿Qué?”.
Imagino que aun estamos en el principio del proceso (justo mi hija ha empezado 1º de primaria) pero inevitablemente hacemos comparaciones y en nuestra experiencia y a su edad, ya sabíamos leer con bastante fluidez. Supongo que la falta de presión en la escuela, por esta nueva manera de enseñar, debe ser suplido por más apoyo, esfuerzo y motivación desde casa. Imagino que será como todo en la vida, los ciclos van y viene. Del mainframe y terminal al PC y vuelta al cloud, todo son ciclos. Ahora los niños se divierten en el cole y en casa toca trabajar, cuando antes se trabajaba en el cole y en casa se divertían, perdón, hacían deberes. Ya nos tocará.
La pregunta que uno se plantea es como harán aquellas familias que no puedan dar esa apoyo familiar en casa, por el motivo que sea (trabajo, formación, etc), inevitablemente se generan diferencias en el aprendizaje con aquellos niños que sí tienen ese apoyo y dedicación de sus familias.
Mi intuición es que cualquier inversión que fuera dirigida a mejorar estos aspectos generarían tal cantidad de valor en la sociedad tan importante que supondría una de las inversiones con mayor ROI como sociedad y país. Como siempre, ¿Qué incentivo tienen las personas que toman las decisiones sobre presupuestos y educación en nuestro país cambiar eso? Spoiler: NINGUNA.
Creo que el incentivo es totalmente perverso: Una sociedad más “tonta” es fácilmente manejable por medias verdades y push mediatico por aquellos que realmente tienen acceso a la educación/poder.
El reto que tenemos, padres y educadores, es cómo conseguir que las nuevas generaciones tengan ese espíritu crítico. Todo el “mundo” va en contra de ese pensamiento, periodismo, publicidad, redes sociales, por poner algunos ejemplos. Vivimos en una sociedad de cartón piedra y saber sacar el grano de la paja será un super-poder al alcance de muy pocos.
Por suerte, no creo que todo esté perdido. Como emprendedor soy optimista por naturaleza y esta nueva forma de enseñar reduce justamente ese gap de fracaso escolar en un 50% (según datos de una buena amiga que pilotó estas nuevas metodologías). Un dato esperanzador, pero lo que me pareció más importante y relevante es que aquellos niños que verdaderamente quieren aprender (los motivados, sí, los que consiguen descubrir el placer de aprender) aprenden mucho más. Hasta tal punto que algunos padres se preocupan de la cantidad de trabajo que se “auto-imponen” por querer aprender más ¿Te lo puedes llegar a creer?
Por estos motivos, tengo la esperanza de que el nuevo método será mejor que lo de antaño. Más personalizado. Menos fracaso y mayor campo para que crezcan aquellos que realmente quieren crecer. Parece un sueño, ¿no? El fin de la mediocridad. Como siempre, hasta que no vea el resultado a largo plazo, no podré tener una opinión realmente fundamentada pero tengo un buen experimento en casa.
Si avanzamos en edad, ¿Cómo motivamos a aquellas nuevas generaciones (millenials, Zs, …) que están entrando en el mercado laboral actualmente?
En breve, más.