Los 4 motivos por los que Rusia perderá esta guerra.
Unicornios que mean colonia, juegos suma 0 y guerra nucelar. No te dejará indiferente, o quizás sí...
Uno de los eventos de la década será la terrible guerra entre Rusia y Ucrania. No intentaré dar explicaciones de los motivos de esta guerra, no es que tenga información privilegiada, es que la que me ha podido llegar será parcial y con un indiscutible sesgo. Simplemente se me escapa la motivación real del inicio de algo así. No es un calentón, es algo que cuece a fuego lento desde hace mucho tiempo. La opinión pública no es capaz de identificar un trigger claro y eso sólo tiene un motivo, no es algo de hace 4 días. Achacarlo todo a que Ucrania quería entrar en la OTAN es como mínimo una sobre-simplificación de algo mucho más grande y complejo.
Qué motivó al presidente ruso a empezar un conflicto que marcará la vida de muchas personas, es algo que se me escapa. En nuestro afán por simplificar las cosas complejas hace que no entendamos por qué ocurren las cosas que passan y es que no todo en esta vida se puede resumir en un twit. Por este motivo no intentaré hacerlo (si te aburres puedes dejarlo, lo entenderé pero te animo a que sigas, quizás tengas otras guerras en tu día a día y puede que alguna idea saques…).
Las guerras son terribles, la historia de nuestra humanidad está repleta de ellas y desgraciadamente (conociendo a nuestra especie) ésta no será la última que veamos (desgraciadamente eso espero, por que será señal que no nos hemos extinguido). Quizás (y esperemos), sea la única que veamos de tan cerca. Por ese motivo esta guerra nos da miedo.
En esta historia de terror tenemos a todos los personajes: un lobo feroz al que todos temen, un presidente que pasó de cómico a héroe nacional (alias “con dos cojones”) y actores secundarios buenos (población ucraniana) y los secundarios malos (ejército ruso). Actores de relleno (resto de occidente y China), resto del mundo, gracias por leernos, vuestra opinión como de costumbre nos importa poco a menos que hablemos de petróleo 😞.
Desde este pequeño estrado, sólo puedo posicionarme en contra de este conflicto. No pediré la paz (los brindis al sol no son lo mío), es igual de parecido que el deseo que tiene mi hija de que le regale un unicornio XXXL que mee colonia. Los humanos somos así, y desgraciadamente no podemos cambiarnos. Lo que sí puedo decir es que tengo serias dudas de que esta guerra tenga un ROI positivo para alguien.
Obviamente en una guerra hay muchísimas incógnitas. De la misma forma que cuando un producto toca las manos de un cliente por primera vez. No sabes cómo va a reaccionar.
Una guerra es un escenario parecido al lanzamiento de un producto, pero con un trasfondo mucho más profundo, más meditado. Habitualmente los motivos tienen raíces históricas que se remontan muchos años atrás antes de llegar a tomar una decisión así. Al final, hay vidas en juego, y según el desenlace, tu cuello también está en juego. Que se lo digan a Milošević…
Mi opinión es que esta guerra se ha convertido en un juego de suma 0. Todos pierden, nadie gana. Me da la impresión que la estrategia que tenia Rusia no aguantó ni 72 horas. Habrán caído hostias cómo panes a los servicios de inteligencia y que lo último que se esperaban es que un cómico le pusiera cojones y no saliera por patas como harías nuestros queridos políticos (de eso tengo el 100% de convencimiento).
Joder, todo mal y ahora que hacemos para salir victoriosos del Vietnam ruso en el que nos acabamos de meter... palabras textuales de la mente de más de un responsable militar ruso...
Si de algo pueden servir estas lineas es que en esta vida todo se puede negociar. Los límites los ponemos nosotros, los humanos. Desde una frontera (una mierda de linea en un papel) al valor de dar un paso sobre esa linea y considerarlo un acto de guerra.
Los humanos somos el único animal capaz de mirar más allá y proyectar la visión que queremos en un horizonte a largo plazo. Ese horizonte, nos viene marcado por la estrategia que seguimos e intentamos implementar. Por esa razón es tan importante la calidad y resiliencia de esa estrategia. Toda empresa (y un país no deja de ser una gran empresa) debe tener esos pilares estratégicos y hacer partícipe a todos sus empleados (y habitantes).
Toda estrategia tiene un lugar al que quiere llegar, una tierra que quiere conquistar, un enemigo al que vencer. Para Rusia, la deriva europeista que promulgaba el presidente de Ucrania no era tolerable y suponía un riesgo muy grande a nivel geopolítico. Dos grandes potencias no pueden estar separadas por unos metros de alambre de espinos, unos cuantos cientos de Km ayudan a relajar tensiones y dejar un buffer de seguridad entre ambos.
Una vez tienes una estrategia el siguiente punto es la narrativa. Internamente tienes que vender la guerra, pero públicamente la guerra debe ser deseada como un mal menor, una oportunidad de devolver la grandeza de tu pueblo, la reunificación de la patria.
La narrativa de guerra ha de convencer a los suyos (y los otros no ucranianos). En esta guerra se ha querido vender que el nazismo resurgía en un líder cómico y ponía en peligro la seguridad del mundo mundial. Obviamente, era algo que todo el mundo aceptaría de buen grato. El titular ya se cocinaba: “Rusia libera al mundo del nazismo y empezaría la nueva era de la reunificación de la madre rusia” Cientos de miles de personas aclamando al líder… (Modo drogas off).
Si la estrategia hacía aguas, la narrativa no había por dónde cogerla. Pero es lo que tiene cuando te has montado tu país de amigos mafiosos y te has cargado a cualquier mando que pudiera llegar a hacerte sobra para llenarlo de mediocres en todas las capas de decisión. Estrategia brillante para mantener el cargo hasta la muerte. Tu prioridad número uno es conservar el poder por encima de cualquier otra cosa. La segunda es amansar la mayor fortuna posible. Pero cuando ya te has pasado el juego, tu ego, puede jugarte una mala pasada y querer aun más. Ya lo dicen, el dinero no da la felicidad. El poder sí. Más poder, más reconocimiento, pasar a la historia como el gran reunificador de la madre rusia. Y la historia se escribe con guerras. No con acuerdos de paz. Sin sangre no hay recuerdo. Y en Europa, eso de pegarnos, nos ha molado siempre 😄
El último elemento clave para el desastre es la mitología. Y es que un país que tuvo una guerra sin petardos (alias guerra fría) sigue teniendo un aura mágico.
La palabra mágica es NUCLEAR ☢️ y todo aquello que se le parezca (Chernobil ☠️), se intuya (Calima radioactiva 🤣 de las pruebas francesas en los años 60, (hay periodistas que fuman droga muy muy dura...) o tener cientos de ojivas nucleares, genera miedo, y el miedo hace tomar decisiones irracionales. Desde hacer acopio de papel de water para tener el culo limpio de tus biznietos hasta montar un plan de escape a latinoamérica por si la guerra nos toca de más de cerca (un 😘 cariño por si lees las tonterías de tu querido marido).
El mito llega al deadlock (un poco de cultura informática hombre!) cuando tu propia gente se lo cree tanto que llega a pensar: “Sacamos la chorra y nos los cepillamos a todos” En modo más fino, el llamado “Too Big To Fail” que se lo digan a Lehman brothers... El exceso de sobreconfianza es un problema y en un entorno con tanta incertidumbre puede generar un gran problema (El GRAN MARRON 💩).
Por último, ten siempre un plan B (o en algo así, un C, un D, ...). Las guerras no se ganan en primera fila, se ganan desde atrás. La primera fila siempre morirá es cuestión de tiempo.
El éxito de una guerra está en la estrategia, en la perfecta planificación de movimiento de tropas pero sobre todo en la logística de abastecimiento. De nada sirve conquistar 100 Km si el tanque se queda sin gasolina. Un trozo de metal inmovil de varias toneladas es un blanco demasiado fácil para pandilleros con cocteles molotov.
Una guerra necesita casi más vehículos de abastecimiento que los propiamente de ataque y cada Km que ganas de terreno al enemigo genera más dificultad en llegar a abastecer esas tropas.
Desgraciadamente, hemos de dar gracias a las 3 guerras en las que luchaban el ejército americano en los años 50 y 60 por que sentaron las bases de estudio de los problemas de optimización para encontrar la mejor combinación de suministros posible. En demasiadas ocasiones la guerra nos trae avances científicos que sin ella, nos llevaría mucho más tiempo alcanzarlos (no todo iva a ser malo…).
Por terminar un hilo lleno de ideas sin conexión aparente, el último briconsejo hoy, a más de uno le habría ido bien leerse a Sun Tzu y su libro “El arte de la guerra” antes de empezar algo que en los tiempos que corren ya no debería de ocurrir.
Sin una buena estrategia, sin la preparación logística necesaria para aguantar el plan B, sin una narrativa que te apoye moralmente la población (y la tropa), el desenlace no será el esperado. Y si los planes no salen bien, la gente se vuelve irracional y hace que sea muy difícil poder predecir el siguiente movimiento.
Buena suerte a todos, la vamos a necesitar, especialmente al pueblo ucraniano y a los pobres soldados rusos que no tienen más opción que apretar el gatillo.