Éxito y fracaso entre cubatas y Arquímedes (2/2)
Donde la física, la estrategia empresarial y los cubatas se unen para hablar y combinar el éxito y el fracaso de las organizaciones (2) hoy sí, desvelamos el secreto mejor guardado de la física.
Si es tu primera lectura, te recomiendo que empieces por el artículo anterior para que entiendas de que va la fiesta (siento desilusionarte, pero no hay chicas guapas, es más hablaremos de bofetones). Si no aguantas más la tensión y emoción de la última entrada, tranquilo. Voy a desvelar el misterio, por que si has hecho el experimento, seguramente el agua ya se haya evaporado. (Si no puedes aguantar más, ve al final de todo, negrita y subrayado, luego vuelve al principio, vale la pena).
Lo que me da una 4 opción, deja reposar lo suficiente la mezcla y no quedará nada. Deja de aplicar energía y simplemente el medio desaparecerá. Imagínate un equipo de personas sin energía, a ver cuántos aguantan al poco tiempo. Pero eso lo dejaremos para otro ocasión. Le llamaré “reasons to believe”.
Retomando el hilo del artículo anterior, nos quedamos frente a una palabra muy difícil.
NO
No, es una palabra imponente, corta, dura, cruda, difícil, genera recelo. La segunda palabra que aprenden los niños después de Mama. Creo que es la palabra más repetida por mi hija últimamente... No sé a ti, pero a mi me cuesta un muchísimo decir que no. (Aunque te aseguro que lo digo constantemente a mi hija, y cada vez que lo digo gasta mi energía)
Será mi forma de ser, será que aun tengo ese espíritu de emprendedor ideador al que se agarra a cualquier clavo medio salido. Uno ve oportunidades en cualquier esquina y piensa que esa sí será la buena. Pero un oportunista no es capaz de trazar un rumbo claro, una estrategia clara, un objetivo determinado. Simplemente va saltando, perdón, sobreviviendo de rama en rama. Si uno quiere perdurar en el tiempo, ha de dejar de ser recolector y centrar sus esfuerzos en cultivar. A la larga, será mucho más productivo. Siempre y cuando decida, o tenga la suerte, de plantar en tierra fértil.
Si tú también eres de las personas que adoran saltar de rama en rama, tranquilo eres de los míos. Recuerda cada vez que dices sí, estás dejando de hacer otra cosa, te estás diciendo a ti mismo no. El tiempo es lo único finito que tenemos en nuestra (corta) vida. Diciendo sí a todo, estamos diciendo no a muchas otras cosas para las cuales no tendremos tiempo. Piensa que una vida afortunada vive apenas 2,680,560,000 segundos, y leyendo las bobadas que digo, ya vas a perder mínimo 300 segundos hoy, así que piensa en que inviertes tu tiempo. Time never stops.
Déjame que ponga un ejemplo, el otro día leía un artículo de Nudista en el que decía que se había gastado 29€ en los gastos de envío de una silla de IKEA. Él aseguraba que era una de las mejores inversiones de su vida. No puedo estar más de acuerdo. Ahorrar un viaje a IKEA es ganar varios años de vida (de pareja). Decir NO a la insufrible experiencia IKEA y tener en 24h el producto en casa merecen todos los euros del mundo. Quizás tu pareja no piense lo mismo, pero oye, por tu pareja haces todos los sacrificios que hagan falta, eso sí, asegúrate de que recibes algo a cambio. Siempre negocia, eso le enseño a mi hija 😅
Poniendo otro ejemplo, hace poco leí un tweet sobre un discurso de Sundar Pichai (CEO de Alphabet / Google) en el que decía que la vida se podía resumir en un juego de malabares compuesto por 5 bolas diferentes: Trabajo, familia, salud, amigos y alma.
Como buen malabarista, uno debe ir lanzando al aire cada una de las bolas (sólo tienes dos manos). El detalle es que 4 de ellas son de cristal, frágiles y en la que un descuido puede arañarlas, incluso llegar a romperlas. Repararlas puede llevar mucho tiempo, o ser imposible. Por contra una de ellas es de goma y rebota. El trabajo es la única bola que rebota. Siempre puedes volver; la familia quizás nunca vuelva a ser lo que era. Así que no te preocupes sólo del trabajo y descuides las otras bolas, o lo pagarás muy caro. Jugar con una única bola no parece muy divertido...
Fracasos
Empecé este artículo hablando de éxito y fracaso. Uno de mis mayores éxitos ha sido saber decir no. Ha sido un gran aprendizaje (lleno de sufrimiento) pero sin fracasos tampoco acabaríamos de aprender del todo. Quiero hablarte de un caso real. La gran cagada
Te pongo en antecedentes rápidamente: Empresa de distribución, con una operativa un tanto rara, pero en el training pueden optimizar sus operaciones en nuestra plataforma sin problemas. Hasta aquí parece todo OK. Demos, blablabla, firman, 💸 to de cuenta corriente. Equipo con cara de 🤑
Pasa un mes, hacemos seguimiento, vemos que lo usan a diario de forma intensiva. Todo parece ok.
Al segundo mes, nos llaman enfadados que su cliente no les renueva el contrato por que pasaba no sé qué y todo mal y el mundo es terrible y nosotros somos los culpables de que erupcione el volcán, blablabla.
Un cliente importante, una oportunidad perdida y un cliente que difícilmente nos va a recomendar. Les hemos hecho fallar. Por suerte, no era un cliente que pusiera en riesgo la compañía. De eso, hablaré otro día...
Mi preocupación no es haber perdido un cliente importante. El dinero va y viene, como dicen algunos. Mi preocupación es como habíamos conseguido convencerle pese a que su operativa que no se acababa de ajustar al 100% al diseño de nuestra plataforma, había tomado la decisión de seguir con nosotros. O somos muy buenos vendiendo o el cliente no se enteraba muy bien del negocio. Como siempre, una escala de grises infinita.
Mi primer análisis fue el de entender las razones por las que no habíamos cumplido con sus expectativas. Entender dónde habíamos fallado y dónde había fallado el cliente. Tengo la impresión que no todo era nuestra culpa. ¿Habíamos hecho overpromise? ¿Sus procesos logísticos no eran los adecuados? ¿El equipo no supo transmitir cómo usar adecuadamente la plataforma? Muchas preguntas y un cliente disgustado. El fallo es nuestro, haber dicho NO y recomendarle un competidor que se adaptase mejor hubiera sido lo mejor para él, y también para nosotros.
Aprender de los errores es imprescindible. Rechazar, decir no, a una oportunidad te libera de tiempo para concentrarte en aquello que verdaderamente vale la pena.
Un amigo me explicó una anécdota sobre su abuelo.
De pequeño cada día pasaba por el bar que tenía su abuelo. A diario veía a la gente del barrio saborear un líquido negro con un gran olor que salía de una máquina brillante llena de humo, la cafetera. Aquella máquina sólo funcionaba 6 días a la semana. Eso sí, preparaba el mejor café del barrio. Los jueves, no se sería café. Jamás. Era el día de limpiar la máquina después de una semana de intenso trabajo, como el café que preparaba.
El abuelo de mi amigo recomendaba a los despistados que los jueves no serviría cafés y les animaba a visitar a sus competidores de la cera de en frente.
El signaling que enviaba a todo el mundo es evidente, “Allí se servía el mejor café del barrio, y seguramente del mundo”, (Jamás he visto un bar limpiando la máquina de café, y menos una vez por semana, así que imagino que que siguen el teorema de “hasta que no se atragante la válvula, apreta manolo y un carajillo más”).
De aquí extraigo varias cosas, tienes la obligación de ponerte en la piel del cliente y ofrecerle lo mejor para él. La confianza que da eso es brutal. El día que te necesite, no dudes que te llamará y seguramente si eres capaz de que entienda qué es lo que haces, hasta podrá recomendarte a sus amigos. Nunca perder un cliente fue un negocio tan rentable. Por qué al final, conseguir un par de licencias no te saca de pobre y el coste de revertir la mala imagen puede ser muy caro. Así que di NO. Hazlo por ti, no por ellos.
¿Qué sacamos como equipo de este caso? Mejora de procesos internos, mejora de la identificación de necesidades, mejora de la relación y un ejercicio de pensar en cómo nos equivocamos. Como decía anteriormente: El resultado es una consecuencia. Hemos de analizar qué sucedió, qué procesos fallaron y con eso, intentar no cagarla de nuevo.
Y por último, todo fracaso puede convertirse en un éxito si eres capaz de mirarlo desde un punto de vista diferente. Ser autocrítico, transparente y humilde con uno mismo es esencial. Joder, todos la cagamos. Especialmente el CEO, que suelen ser las cagadas más espectaculares y que escampan más mierda.
En entornos con alta incertidumbre, la dificultad está en acertar alguna. Como emprendedor que no sabe hacer la O con un canuto, se presuponen que la vas a cagar en todo. Así que no tengas miedo y por una vez sé tú quien le diga a un cliente:
No te vendo (con dos cojones), ¡Qué no!, no insistas 😅 de verdad.
Seguramente ya habrás dejado de leer las tonterías que últimamente comparto. Pensamientos y experiencias que se cruzan e intento depurar, buscar una historia que las una y hasta quizás alguien saque un aprendizaje. Al menos, a mi me ayuda.
¡Casi termino sin dar la respuesta a nuestro experimento! Lo mejor siempre para el final. La física, y nuestro sesgo de superviviente, nos viene a decir que el baso se quedaría hasta el borde. Sin rebasar una gota, sin bajar el nivel. Felicidades a los acertantes de máxima categoría.
El motivo: El agua congelada se expande. Es menos densa que el agua a temperatura ambiente y eso hace que flote. Al ganar temperatura, el hielo recupera la densidad habitual del agua, comprimiéndose y eliminando el sobrante que sobresalía ocupando menos espacio y haciendo que el baso no rebose.
Felicidades, seguro que has acertado. Y si como yo, la cagaste, no te preocupes. Seguramente, tus días en la facultad y clases de física estén ya muy lejos. Si las tienes más frescas, tranquilo, encontrarás pocas aplicaciones prácticas en tu día a día, así no te apures, del aprendizaje de la asignatura más difícil y/o inesperada puede que acabes creando una empresa como yo. Pero si te sigues aburriendo, puedes pasarte por la wikipedia y repasar el principio de Arquímedes.
PD: Competidores (sé que alguno me lee y creo que no hay mucha más gente 😓), tratad bien a los leads que os enviemos, sabemos que los clientes pequeños os hacen perder el tiempo, colaboremos, y que sepáis que ya os hemos enviado a más de uno. De nada 😜