Fe, startups y la necesidad de creer.
Todo es un cuento. El fundamento de toda empresa es su narrativa. Desde una guerra, hasta la venta de tu SaaS, todo es una historia. Déjame que te muestre algunas y su importancia. Believe me 😉
Los consumidores de hoy tienen tanta necesidad de creer en las marcas como la que tenía la antigua Grecia en sus mitos. @jlantunez
Hoy quiero hablar de la fe. No como creencia religiosa, sino como fe en las compañías. Creer en un producto no deja de ser, creer en un equipo que hay detrás, creer en todo el trabajo dedicado en la creación de una herramienta, o cualquier otra cosa (servicio, película, función, …) que vas a usar, disfrutar o sufrir.
Mis padres decían que la fe puede mover montañas. Pero la sabiduría de Twitter también dice que ir contra el Zeitgeist es lo mismo que publicar un artículo en Stanford sobre la destransición de personas trans. En cristiano apócrifo, puedes ir contando los días que te quedan de vida en el campus, hablar de lo que no se debe és motiu de cese. De ese tema NO SE HABLA.
En nuestro país, encontramos ese mismo efecto en los partidos políticos. Sugerir cualquier cosa que pueda desviarse lo más mínimo de la línea marcada por el líder, implica repudia y Gulag. Por lo que nadie arriesga su posición ganada de tantos años lamiendo culos por una mera idea que le pueda costar la poltrona. ¿Alguien se acuerda de Susana Díaz? Pues eso… Sí, un partido político de hoy es lo más parecido a una religión y/o casi secta. O comulgas, o vas contra ella.
Si buscamos el extremo, creo que la guerra de Rusia es un claro ejemplo. Ir contra el líder es sinónimo de caer misteriosamente de la 16ª planta de tu propia oficina y que cuando llegas al suelo aparecen mágicamente 4 agujeros de bala. Pero oye, que el pobre Dmitri quería saltar, VERDAD??
Por lo que uno tiene una discusión interna sobre si creer todo lo que lee, no creer que lo que no se habla no existe, y no hablar de cosas que no se debe, no vaya a ser que puedas parecer un imbécil rematado (y que encima te puedan desterrar del sistema, o cosas peores 🔫).
Por lo que, sí todo el mundo está de acuerdo, mala señal… seguramente haya algún tipo de sesgo que esté afectando a todo el grupo. El otro día escuchaba (para variar) a la gente de HeavyMental donde hablaban de que existe un grupo de la inteligencia Israelí donde tenían un proceso en el que si en una reunión con 10 personas las 10 tenían la misma opinión sobre un hecho, una de ellas, se debía erigir en contra de esa opinión, aun no estando de acuerdo en ser el contrarian, pero forzaba al grupo a poner entre dicho el status quo. Vamos instaurar por proceso el tocapelotismo de grupo por defecto. Pero en ocasiones esa voz disonante a la masa, es la que te cambia el punto de vista y te permite ver más allá de las propias limitaciones de grupo, o simplemente retar a lo establecido, en ocasiones es conveniente.
Volviendo a la fe, recuerdo una compañía en la que tuve oportunidad de trabajar y donde la CEO insistió en un modelo de negocio. Todos veíamos que no tenía futuro. Mercado pequeño, muy atomizado, ticket bajo, competidores más grandes, con más financiación y el no rotundo de muchos de los pocos clientes potenciales que dejaban claro que no pagarían por esa solución. El Zeitgeist del mercado amigos.
Lo mejor de todo es que habíamos construido un equipo cojonudo. Era tan así que había verdadera fe en mantener ese equipo. Incluso se encontró otro nicho de mercado mucho menos concurrido donde la idea inicial podía aplicarse y donde apareció una oportunidad muy interesante.
Pero no era un mercado sexy 🐷.
Era un gran equipo técnico, pero falto el liderazgo de negocio. Un equipo desequilibrado con un final ya escrito. El mercado habló. La caja mandó. Y nos fuimos todos a casa. Una lástima, guardo buenas amistades de esa breve época.
Hace poco he tenido ocasión de hablar con varios de mis lectores y me han hecho descubrir cosas super interesantes de las que hablaré próximamente, y que no dejan de tener cierta relación con todo lo que hablamos. Fe, estrés y agotamiento. Stay tunned 😜
Lo bueno de toda fe es que se mueve por una narrativa, una historia detrás de esas personas. El milagro de los panes y lo peces. Quizás Jesús sólo era un buen negociador y sabía sacar dinero para su tribu de debajo las piedras… Pero si vamos a algo más cercano a todos se nos vienen a la cabeza algunos grandes ejemplos de narrativa en los negocios:
La narrativa mágica. Para mi el caso más relevante de magia es ChatGPT. Pregunta lo que quieras y el sistema te contestará como si de un humano se tratara (inventándoselo si hace falta, como buen humano). Si eso no es lo más cercano a la magia que hemos visto recientemente, está muy cerca.
El impacto social o tener un propósito con el mundo y sus personas. Para mi una de las marcas locales que más me gusta con una narrativa espectacular con algo tan sencillo como una buena historia es Ecoalf. “Because there’s not planet b” 🔥. Su historia cuenta que reciclan las redes de pescadores para hacer una ropa (cara), sostenible con el medio ambiente, de buen diseño y calidad excelente. Envidia sana. Tiene todo el sentido del mundo. Son consecuentes. Y encima hacen buen producto. Sin palabras. (¿Parece fácil, verdad?)
Experiencia con el cliente o poner el cliente en el centro que dirían algunos. Como ejemplo de experiencia de cliente podríamos hablar del Hotel Ritz. Exclusividad y atención. No venden habitaciones. Venden la experiencia de sentirse como en casa. ¿Imaginas cuantas cosas deben tenerse en cuenta para que un cliente llegue a decir “me siento como en casa, fuera de casa”? Otro ejemplo que recientemente he leído la tienda de Apple. El retailer con mayor rentabilidad de todo EEUU ($/sq. ft.). Jobs se inspiró en esa experiencia del cliente de los grandes hoteles y lo llevó a un entorno como la venta de electrónica. El Genius Bar está inspirado en el concierge de los grandes hoteles. No voy a venderte nada, voy a resolver tu problema. Quedarás tan satisfecho, que no dudarás en confiar y pagar ese plus por el servicio. Vale la pena leerlo. Innovar a veces es simplemente copiar descaradamente algo que ya funciona. Steal like an artist Jobs.
Recientemente he leído un libro sobre estos temas llamado Brand flip (No será casualidad que me lo recomendara @jlantunez) En él, se enuncian una serie de nuevas realidades o cambios de paradigma de nuestro tiempo. Estos cambios están llevando la gestión tradicional de las compañías a la más absoluta, y en muchas ocasiones breve, extinción. El comentario que he oído hasta la extenuación: “llevamos 30 años haciéndolo así y no queremos cambiar”, es la alerta de que la compañía tiene un problema gordo.
Para no alargarme más, hablaré de los cambios que creo pueden impactar más en la vida de cualquier empresa (especialmente las B2B).
El poder en las compañías ha cambiado. Antes El Corte Inglés definía qué era Moda en España. Ahora, rezan para que alguien entre en sus tiendas. Ya no es LA compañía la que decide qué se llevará la próxima primavera con total certidumbre de que la gente la seguirá. Esa megalomanía ha pasado a la historia. Ahora son los clientes los que demandan qué producto quieren/necesitan y buscan quién les puede dar la mejor solución a su problema. Los negocios con asimetría de información están muertos (de eso ya hablé en su día hablando de la Citromatic).
Frente a este punto tengo un poco de disonancia cognitiva, en otro libro que leí hace unos cuantos años ReWork de la gente de 37Signals, dicen que no hagas mucho caso a los clientes. ¿Quién mejor que tú sabrá lo que necesitan y la mejor forma de resolver su problema? (👋🏼 Corte Inglés!) Pero también dice que aprendas todo de ellos y entiendas su motivación real. No sirve preguntar, tienes que mirar qué es lo que hacen. Por que si preguntas, todos dirán que molas, pero se terminarán en la tienda de al lado comprando (que mola de verdad).
Mi experiencia en ver soluciones SaaS es que si empiezas a hacer mucho caso, llenas los productos de miles de funcionalidades que apenas usan un par de clientes cada una terminando con un bonito Frankenstein. Por otro lado, si creas algo tan tuyo que nadie echa en falta, malo. Señal que no le importaba a nadie y esa irrelevancia es tiempo y dinero tirado a la basura. Lo difícil está en encontrar un balance entre lo que quiere el cliente, lo que realmente necesita y lo que eres capaz de hacer. Si tocas algo de tu producto y nadie se queja, malo. (Y no me salgas con aquello de, “mi diseño es tan cojonudo que todo el mundo lo ha entendido a la primera” 🤣)
Otro cambio en la sociedad (con el que me identifico yo también) es la fobia de la gente a que le intenten vender. 👋🏼 Jazztel! Pero, por lo general adoramos comprar. Incoherente, ¿Verdad? Parece lo mismo, pero no lo es. Y es que los clientes quieren tener la sartén por el mango y recuperar su poder real de decisión. Odian sentirse manipulados o como diría un growth hacker, odian sentirse FUNELIZADOS. (PREPARATE CHAVAL, SE VAS A TRAGAR MILES DE CORREOS HASTA QUE COMPRES). La versión-correo de nuestros friends de Jazztel. El problema es que funciona. Por eso siguen llamando y por eso siguen enviando correos. Pero esas estrategias terminan generando mala fama, negatividad sobre la marca y eso se traduce en una muerte, seguramente lenta y dolorosa.
Para terminar (que se me está alargando mucho), la fe, también la tenemos en multitud de cosas cotidiandas como la omeopatía y los amuletos. Os recomiendo este hilo muy curioso sobre amuletos.
La mente humana no tiene límites.
Me quedo con una frase:
“Los humanos necesitamos creer”
Y tú ¿En qué crees?
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