Historias de emprendedores: Ignasi Vegas & Cubbo
Hoy hablaremos en un nuevo formato de entrevista. Pensamientos cuajados en una voz conjunta y consensuada. Fusión de ideas y retroalimentación mutua. Espero que lo disfrutes tanto como nosotros!
Hoy hablaré de la interesante conversación que he podido compartir con Ignasi Vegas, actualmente CTO de Cubbo. Un gran emprendedor con el que compartimos sector, liderazgo y conversaciones por la red socia del pájaro sobre temas diversos. Hoy encontrarás un seguido de ideas y reflexiones sobre emprendedores, liderazgo y ego entre otras. Pensamientos cuajados en una única voz conjunta y consensuada. Esperamos que puedan ayudarte a reflexionar y quizás te puedas sentir reflejado en alguna.
Recuerda que nos encantará compartir tus reflexiones y tu punto de vista, te esperamos en @ignavegas y @enedebe
¿Dónde empezó todo Ignasi?
Todos tenemos un pasado, Ignasi empezó estudiando una FP, esos estudios con tan poco valoramos en nuestro país que menospreciamos a diario, cuando otros, como Alemania, importa talento sin control de todas las latitudes posibles.
En ocasiones, uno se siente la necesidad de más, y eso le ocurrió a Ignasi. Acabó estudiando ingeniería informática y tuvo la gran oportunidad de poder cursar el último año en Estados Unidos. Allí aparecieron interesantes oportunidades, como poder ser de los primeros trabajadores de una startup hasta un tiempo después terminar conociendo su esposa.
¿Qué aprendizajes te llevas al pasar por varias startups?
Hay cosas obvias que todos sabemos, leemos, pero nunca terminamos de aplicar. Por más que se repita (y estás lineas no serán la excepción). Todo ingeniero tiene la falsa creencia que es más rápido y barato implementar una solución, que intentar validar si el potencial cliente tiene verdaderamente ese problema, y menos aun, cuál sería la mejor forma de solucionarlo.
Siempre digo (después de mucho sufrimiento) qué en ocasiones, (y no pocas) la baja tecnología gana de calle a la alta tecnología. Es más sencilla de aplicar, más rápida de implementar y la ganancia de la automatización es tan marginal, que ni compensa la inversión, ni se tienen los conocimientos para llevarla a buen puerto. Quedan pocas low-hanging fruits evidentes, pero aún queda mucha fruta por recoger. Cada día crecen árboles y bosques nuevos que explorar.
¿Cuál es el motivo de este comportamiento?
Años de carrera preparándote, examen tras examen, a resolver problemas perfectamente definidos. Nadie ponía en duda el problema propuesto. Nadie pensaba fuera de la caja. Hacías lo que te pedían. Tu trabajo como proto-ingeniero es encontrar una solución al problema propuesto por el profesor. Pero la vida real es bastante distinta. En una situación de máxima incertidumbre, quizás el problema no es evidente a simple vista. Y es que, (cómo ingenieros), nos sentimos más cómodos tratando de dar respuesta con lo que conocemos. Por el contrario, salir, hablar con el cliente, tratar de empatizar con esa persona, significa salir de la zona de confort, hacer algo para lo que uno no ha tenido formación. Hablarle a un extraño da miedo.
Un interesante libro que acabo de conectar con toda la conversación es el de Small Data, en el que viene a explicar cómo en la era del big data, los mejores insights, se consiguen de hablar con la gente y no retorciendo datos.
Cómo todo ser humano, estamos plagados de sesgos cognitivos. He buscado en la enciclopedia de sesgos cognitivos de Joan Tubau, y creo que el sesgo que mejor representa este comportamiento es el de ilusión de validez. Que dice algo así:
Sobreestimamos la capacidad de predecir el futuro analizando una secuencia de datos pasados, ignorando que, en la teoría del caos, pequeñas variaciones todo lo cambian. Vivimos tranquilos en un mundo que podemos explicar. Aunque solo sea una fachada.
Estoy convencido que el 99,9% de las startups que fracasan por haber desarrollado algo que nadie quería leer esta definición les haría recapacitar, profunda y amargamente.
Esto me recuerda también a más de un responsable logístico dónde aseguraba que su día a día era exactamente igual, hasta que los datos (obviamente) decían todo lo contrario…
¿Qué ocurre cuando empiezas a crecer?
Ignasi ha tenido la suerte de ver crecer una empresa como uno de los primeros empleados y a la vez su propio proyecto, Cubbo. Una plataforma de fulfillment para que cualquier ecommerce pueda acceder al mercado latinoamericano con éxito.
El principal problema de crecer, es que llega un momento en el que uno no es suficiente para afrontar todo el trabajo que tiene y necesita de nuevas manos para delegar trabajos dentro de la compañía. Percibes tu posición como un freno al progreso y decides incorporar manos. Pero incorporas inexorablemente nuevas tareas de gestión.
Dicen las voces experimentadas que crear un equipo es de las tareas más complicadas que existen. Recientemente leía un artículo que trataba de analizar la creencia generalizada de los VC de invertir en equipos y no tanto en mercados. Interesantes comentarios de Jesús Monleón y otros habituales del ecosistema.
¿Qué fallos son los habituales en startups jóvenes con ganas de crecer?
Gestión del EGO. El problema del ego es un problema de encaje y liderazgo. Los problemas vienen cuando contratas una persona senior a la que se le espera un rendimiento, unas habilidades y un liderazgo. Esperas que esa persona sea lo más autónoma posible. Crees contratar aptitud y esperas actitud. Luego, la vida te da sorpresas. El linkedin dice una cosa y cada persona es un mundo y el contexto puede generar comportamientos muy diferentes. Terminas con decepciones y/o lloros.
Todo esto ocurre por que piensas que ha llegado el momento de empezar a contratar gente senior de fuera, y la verdad es que no, todavía no es tiempo de escalar. Todavía no tienes la formula para ello, y estos hires lo único que hacen es ralentizarte más.
Es crítico que en las entrevistas se identifique perfectamente el encaje del candidato y la cultura de la compañía. Los perfiles senior de gran consultora, suelen ser muy buenos ejecutando playbooks. Y a priori, parecen mucho más competentes que otros candidatos. La seguridad que transmiten aplasta cualquier atisvo de duda frente a su persona, su conocimiento adquirido por el tiempo y (seguramente) un buen máster de escuela privada. Pero lo que una startup necesita en sus fases iniciales, es alguien capaz de escribir ese playbook. Ahí es cuando muchos “seniors” pinchan, no cumplen con las expectativas iniciales y los egos aparecen.
En toda startup, el proceso siempre está en duda. Siempre es mejorable. Nunca es definitivo. E incluso el mismo playbook puede funcionar en un país y en otro no, como dice Ignasi. El reto es conseguir la confianza, la transparencia y la libertad con el equipo para que compartan cuando las cosas van bien, y sobre todo, cuando las cosas son mejorables.
¿Qué ocurre con el producto en empresas que están creciendo rápido? ¿Cómo mantienes el rumbo de producto con todo lo que dicen los clientes y lo que crees que debes hacer?
Es una decisión muy difícil. Cuando empiezas siempre hay una balanza entre hacer lo que un cliente te pide y desviarte de tu rumbo por un pequeño tesoro, o seguir a fe ciega en busca de la isla del TESORO con el riesgo de no tener provisiones suficientes.
El secreto es tener muy clara la visión y la misión de la compañía. La misión de Cubbo es ayudar a las empresas a escalar la logística online en LATAM. Lo siguiente es el foco. Hacer una cosa muy bien hecha. En el caso de Cubbo, los players del sector en LATAM no estaban preparados para el ecommerce. Estaban diseñados para dar servicio a los grandes retailers. Entraban pallets en sus almacenes y salían pallets. No había especialistas en ecommerce. Eso generó una gran oportunidad y la pandemia simplemente aceleró el proceso.
El segundo secreto está en focalizar tus esfuerzos en el core business de la compañía. Desarrollar únicamente funcionalidades que aporten valor al core. Parece obvio, pero todos somos como Abú, el mono de Aladdin, con el rubí gigante en la cueva mágica. Nos quedamos maravillados por las cosas nuevas que brillan. (Hola sesgo ilusión! 👋🏼). En definitiva, buscar problemas que apliquen a todos los clientes. Cosa bien difícil, a menos que tengas un perfil de cliente extramadamente verticalizado, lo conozcas en gran profundidad, y pese a todo, siempre te sorprenderán con sus necesidades personales.
Por último, quería que reflexionemos sobre ¿Cómo se está ahí arriba?
Ser un C-Algo significa que no hay nadie más por encima tuyo. Tu tomas las últimas decisiones. Las difíciles. Por que las fáciles, ya se han preocupado más abajo de solucionarlas.
Tu día a día es una montaña rusa. Un día estás arriba, al siguiente abajo. En una startup, toda información, buena o mala puede afectar de forma significativa el estado de emoción de la compañía.
Es lo más parecido al deporte de élite. 3 partidos malos y el equipo se ve en 2ª. Tres partidos buenos y te ves en la champions league.
Lo que hace verdaderamente a los jugadores ser de élite es su capacidad mental para sobrellevar esas situaciones adversas. Me gusta hablar del bueno de Rafa Nadal. Es un buen ejemplo de cómo cada pelota es un partido nuevo. No importa las anteriores. Para ganar el partido tengo que ganar esta. Mientras el juez me deje seguir jugando hay partido. Ya hablé de temas relacionados en el artículo de Toma de decisiones para niños y no tan niños (ah y leones).
Como consejo que nos da Ignasi para terminar. Ni cuando todo va bien somos los mejores del mundo, ni cuando las cosas pintan feas somos lo peor. Sobre todo, cuando estés en ese pozo, busca una pequeña victoria que te haga cambiar el pensamiento general y verás cómo todo mejora.
Gracias a Ignasi por esta conversación digerida de pensamientos conjuntamente inconexos.
Espero que pueda serte útil!