Historias de emprendedores: Carlos Martinez & Enjoyers
Emprendimiento, familia y generaciones. Cocktail muy interesante.
<<Te lo dije>>
Hoy toca hablar de una gran historia y un gran emprendedor. Para mi un emprendedor es aquella persona capaz de hacer lo que verdaderamente le mueve. Inconformista, con la energía para hacer lo que otros no son capaces, mover la aguja. En mayoría de casos, eso significa arriesgar. Retar al status quo.
El caso de Carlos Martinez, CEO de Enjoyers, es un claro ejemplo de que el status quo en muchas ocasiones está más cerca de lo que nos imaginamos. Es muy posible que te sientas identificado con Carlos. Pero no todo el mundo tiene el coraje que ha mostrado él, incluso puede que llegues a pensar que tomó una mala decisión (Cuestión de valores, seguramente). Pero de toda la conversación, me quedo con una reflexión muy interesante: El éxito, es un concepto personal, y tú (y sólo tú) decides qué significa para ti éxito.
Cuando ese concepto entra en conflicto, es cuando aparecen los problemas (y gordos). ¿Me acompañas a ver el detalle? El diablo siempre se esconde en los detalles decía un amigo abogado… (Recomendación: ten uno de bueno bien cerca, siempre)
Una historia de éxito y fracaso
Esta historia empieza con un fracaso. Y es que yo no conocía a Carlos, pero su post en Linkedin me llamó la atención. Era una carta de despedida. Un postmortem al estilo Bonilla sin más objetivo que dar las gracias a todos los que habían confiado en él y su proyecto durante tantos años (y de paso limpiar almacén imagino… 😉)
¿Pero donde empieza todo? Carlos empezó a estudiar farmacia, por tradición familiar (su madre tenía en propiedad una farmacia). Veremos cómo de importante es esa tradición y la tradición farmacéutica en este país no es baladí.
El santo grial de todo negocio, barreras legales fuertes de competencia, mercado y demanda asegurada y población cada vez más dependiente de las medicinas, ¿Qué puede salir mal para no hacer 💸? (Pero este análisis lo dejaremos para otro día…)
El tema es que eso de la farmacia, no era lo suyo. Llegó tercero y la cuesta era demasiada empinada para terminarla. No era lo que quería hacer con su vida. Decidió salirse del camino y emprender.
Todo empezó a tomar forma al ganar un premio en un curso de emprendimiento con la mejor idea de negocio de la Universidad Complutense. Mapas rascables (Imagino la cara de su madre al ver que elegía un cartón que se rasca a una farmacia 🙈, la conversación no debió ser fácil).
Poder de descubrir que eres un pequeño viajero de un gran mundo.
Encontró un filón y se lanzó a explotarlo. El apasionante mundo de empezar un negocio. Llegó a comercializar en grandes cadenas como El Corte Inglés o Fnac, incluso empezó con su propia tienda online. Los principios obviamente siempre son difíciles, y la farmacia de su madre sirvió como primer almacén. 2018 primera ronda, 4 personas y almacén propio. Marzo 2020 segunda ronda. Pandemia.
El 80% de las ventas B2B, grandes superficies, mapas y pandemias. Podéis imaginar que el futuro era poco esperanzador. ¿Quién pensaba en viajar, si no sabías si vivirías al día siguiente? El negocio requería de reinvención. El canal tradicional había dejado de funcionar y tocaba moverse al online. Tocaba D2C (Direct2Consumer). Uno no pivota tan rápido ningún negocio y esos cambios generan un estrés y un agotamiento importante.
Estamos a finales de 2021. Carlos decide que necesita dar un paso al lado. Y entre él y sus socios acuerdan poner a otro CEO al mando. La cosa no funciona. No puedes reemplazar un fundador y esperar que todo fluya. No dura más de 3 meses. Entre medias, la familia decide vender la farmacia. Carlos tiene la obligación familiar de liderar la venta. No había querido seguir el negocio familiar, no podía aceptar un mal trato, la pensión de su madre estaba en juego.
Habían recuperado el negocio pre-pandemia, pero la compañía no crecía a todo lo que los socios querían y el fundador no tenía la energía para continuar. Se decide vender el negocio. Encuentran comprador y les informan que tienen 1 mes para salir del almacén. Todo fluye, todo debía terminar en éxito. Hay día de firma en el notario. Se respiraba en el ambiente que se cerraba una etapa.
Se retrasa la firma.
La venta se cae.
El comprador se tira para atrás.
Decides cerrar ordenadamente y dar las gracias.
No salió como uno esperaba.
Publicas en Linkedin para liquidar stocks y dar punto y final.
El mundo te sorprende y terminas encontrando otro comprador en el último segundo y tu legado perdura en el tiempo.
Has tenido que oír “Te lo dije” y eso te ha dolido, pero el mundo te ha dado la oportunidad de hacer tu propio camino y tener tú éxito.
Sabes que no será el último, pero ahora quieres dedicarte a ayudar a otros.
¿Qué te llevas Carlos?
Nunca sabes donde está la oportunidad. Las cosas más random pueden cambiarte la vida.
Aprende cada día y cada día mejorarás tus decisiones en base a ese aprendizaje
La suerte siempre te pilla trabajando.
¿Ego o orgullo?
He hecho muchas cosas por ego, incluso cosas que van en contra de mis valores. En ocasiones uno tiene la percepción que debe demostrar al mundo que realmente es capaz de alcanzar ciertas cosas. Tenemos en la cabeza que levantar una ronda es signo de éxito. Y hasta que lo consigues.
Salir en Forbes será un exitazo de la hostia. Y luego te das cuenta que tenías que haber estado trabajando en un producto de la hostia.
El ego en ocasiones da mucha energía para trabajar duro, pero en muchas ocasiones termina por quemarte y hace que todo sea un sprint, cuando estás en una carrera de fondo.
Lo más importante, estaba creando algo que estaba en contra de mis valores. Estaba creando una compañía que no tenía impacto en la sociedad. No cambiaba la vida a nadie y eso era algo que no me motivaba. Sin motivación te quemas y abandonas.
¿Cómo afectó el negocio familiar?
Trabajar en la farmacia, 8 horas al día, cada día, dispensar aspirinas y antigripales no era lo que quería hacer los próximos 50 años. No era una opción volver a la farmacia. La relación familiar del “Te lo dije” fue difícil.
No decepcionar a tus padres, que han trabajado duro para pagarte unos estudios y renunciar a ese camino que tenían preparado para ti es duro. Genera estrés y resentimiento, sobre todo cuando las cosas no salen como uno esperaba.
Comentarios del entrevistador
Esta historia nos lleva al dilema del éxito. Nuestros padres no tienen el mismo concepto de éxito: Un trabajo seguro, un camino conocido, una buena jubilación y un retiro tranquilo (👋🏼 pensiones).
Las nuevas generaciones tienen otros valores, otros conceptos sobre el éxito.
Ese conflicto genera tensión y estrés. Los jóvenes tienen otros valores, gastan diferente a sus padres y esperan otras cosas del trabajo y la vida. Ya hablé de estos temas en el artículo sobre incentivos y la motivación: Milenials, el mundo real y Brain citromatic. Este es un buen ejemplo de como las generaciones cambian y como esos cambios generan grandes historias, momentos de sufrimiento y lucha. Carlos no es el único, seguro que hay cientos o miles de historias como la suya.
La pregunta es cuantas de esas historias no terminan bien y entierran la semilla del emprendedor para siempre y como sociedad perdemos grandes oportunidades de progresar. Es raro triunfar a la primera. Este país no toleramos el fracaso y la percepción de la sociedad frente al empresario desincentiva al riesgo. Seamos todos funcionarios, viviremos mejor. A diferencia de lo que pregonan algunos políticos, las empresas generan valor para la sociedad. Dan trabajo y sobre todo, generan IMPUESTOS (MUCHOS en este país…).
Amigo político, si casualmente lees estas líneas, cambiar la percepción del empresario en la sociedad hará que haya más empresas, más impuestos y tengas más presupuesto para gastar en rotondas y fiestas populares (sabemos que a mayor fiesta, más votos 😜). Hazlo por ti, hazlo por todos, apadrina un empresario 😅.
Por suerte, el concepto de empresaurio está en extinción. Al igual que las nuevas generaciones, nuevos empresarios aparecen y deciden invertir su tiempo, esfuerzo, y sobre todo, dinero en proyectos que valgan la pena. Los empleados del mañana, tienen claro a qué empresas quieren trabajar. El resto, simplemente terminarán agonizando por la falta de capital humano y de mercado. Estaremos atentos a tus nuevos proyectos Carlos. Mucha suerte.
El éxito no será fácil, “Te lo dije” (Con un cubata 😎)